PROFECÍA INDIA Sólo después de que el último árbol sea cortado. Sólo después de que el último río sea envenenado. Sólo después de que el último pez sea apresado. Sólo entonces sabrás que el dinero no se puede comer.

domingo, 27 de mayo de 2012

.LA NOCHE DE LA FLOR DEL CACTUS. SAN MARTÍN DE LOS ANDES. EDICIONES DE LA GRIETA

La noche de la flor del cactus « Ediciones De La Grieta


Román Sabatier es arqueólogo. Nacido y  criado en la zona de La Vega de San Martín de Los Andes junto a su familia y a un viejo mapuche, Abel Furiman, aprende a amar la historia natural que transmite la geografía de esta región patagónica. Ya recibido y siendo profesor e investigador de la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata estallará en su vida un juego trágico del destino. Los acontecimientos familiares estarán entretejidos entre la ciudad de La Plata, San Martín de Los Andes y  las vicisitudes políticas de la Argentina de 1973- 1974; juventud, nostalgia, utopías, amores, amigos, discípulos, familia, arqueología, ecología, estarán inmersos en los años de una década que determinó la vida de los argentinos sin concesiones.  
                                                                                                    

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA "LA NOCHE DE LA FLOR DEL CACTUS" DE ANA MARÍA MANCEDA EN 5ª FERIA DEL REGONAL DEL LIBRO SAN MARTÍN DE LOS ANDES « CARDONES DORADOS DE LA PATAGONIA - La Coctelera

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA "LA NOCHE DE LA FLOR DEL CACTUS" DE ANA MARÍA MANCEDA EN 5ª FERIA DEL REGONAL DEL LIBRO SAN MARTÍN DE LOS ANDES « CARDONES DORADOS DE LA PATAGONIA - La Coctelera


Román Sabatier es arqueólogo. Nacido y  criado en la zona de La Vega de San Martín de Los Andes junto a su familia y a un viejo mapuche, Abel Furiman, aprende a amar la historia natural que transmite la geografía de esta región patagónica. Ya recibido y siendo profesor e investigador de la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata estallará en su vida un juego trágico del destino. Los acontecimientos familiares estarán entretejidos entre la ciudad de La Plata, San Martín de Los Andes y  las vicisitudes políticas de la Argentina de 1973- 1974; juventud, nostalgia, utopías, amores, amigos, discípulos, familia, arqueología, ecología, estarán inmersos en los años de una década que determinó la vida de los argentinos sin concesiones.  
                                                                                                    

jueves, 24 de mayo de 2012

POSICIONES RELATIVAS : Ana María Manceda | vivir en la patagonia

POSICIONES RELATIVAS : Ana María Manceda | vivir en la patagonia

Nº 58 – Del Espacio a Azul | Programa de Radio La Plataforma Cultural.UN NYC DE SAN MARTÍN DE LOS ANDES AL ESPACIO.EMMANUEL ORENCE COMIN

Nº 58 – Del Espacio a Azul | Programa de Radio La Plataforma Cultural

Nº 58 – Del Espacio a Azul | Programa de Radio La Plataforma Cultural.UN NYC DE SAN MARTÍN DE LOS ANDES AL ESPACIO.EMMANUEL ORENCE COMIN

Nº 58 – Del Espacio a Azul | Programa de Radio La Plataforma Cultural

Poemas para una Ciudadanía Global: Ana María Manceda

Poemas para una Ciudadanía Global: Ana María Manceda

MI JUVENTUD, NERUDA Y LA VIDA" Ana Mar�a Manceda. - World Poets Society (W.P.S.)

"MI JUVENTUD, NERUDA Y LA VIDA" Ana Mar�a Manceda. - World Poets Society (W.P.S.)

CPEM 13 centro provincial de enseñanza media nro 13 - EL NIVEL SECUNDARIO EN SAN MARTÍN DE LOS ANDES

CPEM 13 centro provincial de enseñanza media nro 13 - EL NIVEL SECUNDARIO EN SAN MARTÍN DE LOS ANDES

"EL LIBRO DE LOS CIEN AÑOS" - Ana María MANCEDA - Escritores - 46826

"EL LIBRO DE LOS CIEN AÑOS" - Ana María MANCEDA - Escritores - 46826

PRIMER PREMIO CERTAMEN INTERNACIONAL PARA ANA MARÍA MANCEDA - Blogs de Escribirte.com.ar

PRIMER PREMIO CERTAMEN INTERNACIONAL PARA ANA MARÍA MANCEDA - Blogs de Escribirte.com.ar

imágenes de libros sobre San Martín de Los Andes

Imágenes de San Martín de Los Andes

domingo, 20 de mayo de 2012

EL FRUTO DEL PEHUÉN. ANA MARÍA MANCEDA DESDE LA PATAGONIA ARGENTINA


EL FRUTO DEL PEHUEN:
El Pehuén es un árbol de origen muy antiguo que se remota a la época de los dinosaurios con una capacidad de supervivencia a toda prueba. Es tan antiguo que se han encontrado formas fosilizadas de un periodo muy temprano inclusive en Europa; lo que nos da una idea de su anterior extensión por el mundo para finalmente echar raíces en las tierras cordilleranas mas al sur del sur. El pehuen reconoce como su hogar las tierras de Chile y Argentina donde se lo encuentra hasta los 2000 metros de altura. Los inglese lo han cultivado como planta ornamental para sus mansiones y los jardines botánicos del mundo lo han rescatado como ejemplar curioso para sus colecciones de plantas exóticas. El lugar donde el pehuen se siente mas a gusto es el Chile precordillerano donde vive en armonía con el pueblo Mapuche que lo quiere y lo cuida. El pehuén resiste la rudeza del clima y la dureza del terreno creciendo en zonas rocosas y arenosas, resiste a la fuerza del fuego y renace de las cenizas cual ave fenix. Su madera en dura y resistente por eso es muy codiciada por la industria del mueble. Este árbol milenario ha sido bautizado bajo el sistema binomial como Araucaria araucana siguiendo la nomenclatura establecida por Von Lineé que tuvo la ocurrencia de querer establecer un orden en la naturaleza y sus especies. Si siguiéramos un raciocinio lógico deberíamos llamar a este árbol de otra manera, por ejemplo: Pehuen piñonero, Pehuen mapuche o Piñonero mapuche. La verdad que este nombre hace alusion a un pueblo que erróneamente se ha llegado a conocer como “Araucano”, pues el conquistador español así lo quiso. Un nombre que es difícil de explicar y relacionar con el entorno donde vivía y vive este pueblo. Ellos prefieren responden al nombre de Mapuche, un nombre fácil de explicar y de comprender con una raiz natural: Gente de la tierra. Este pueblo o gente de la tierra es uno solo socio-, político- y culturalmente por así decirlo, estrechamente relacionado en un pueblo-nación, con un territorio común y una frontera natural que se extiende al sur del rio Bio-Bio. Las etnias de este pueblo, si asi se les puede llamar, eran varias. De acuerdo a su ubicación geográfica se distinguían entre otros los Pehuenches o gente del Pehuen y que vivían y viven en los faldeos cordilleranos en armonía con su entorno. Otro tanto ocurria con la gente de la costa, la gente del sur, la gente del norte y la gente del valle que respondían geográficamente a distintas denominaciones pero que formaban y forman parte del único y vigente pueblo Mapuche. Los Mapuches, al igual que el Pehuen, se ramifican como un frondoso árbol en un sinnúmero de ramas que se mantienen unidas por la fortaleza de su tronco, enraizado a la madre tierra que garantiza su sustento, supervivencia y subsistencia. El pehuén es un árbol sagrado para los Mapuches así como lo es el árbol del Canelo para la Machi; en realidad la naturaleza en si es sagrada para los pueblos originarios que ven en ella la razón de su existencia. Sin la naturaleza no existiría la vida sobre esta tierra y sin la diversidad de sus especies tampoco existiría el hombre. Esta ecuación la han aprendido los pueblos originarios desde muy temprano y con muy pocas excepciones han tratado de reponer lo que han tomado prestado de ella como verdaderos e innatos naturalistas. El Pehuén ha sido desde siempre el árbol protector de los Pehuenches que les ha garantizado la subsistencia ofreciéndole sus frutos en forma de semillas comestibles ricas en carbohidratos, minerales y proteinas. El Pehuén es llamado árbol del pan o pino del pan, en otras latitudes debido a que el contenido de sus grandes frutos tiene esa apariencia y consistencia. Es un arbol grande que, puede alcanzar entre 30 y 40 metros de altura, con un frondoso ramaje distribuido en anillos armoniosos ubicados con geométrica regularidad a lo largo de su tronco espinoso. Las hojas son durísimas, de tamaño mas bien pequeño y terminan en una punta semejante a una aguja. En su follaje se puede encontrar piñones que contienen hasta 2000 semillas comestibles. En los veranos el pueblo Mapuche o su rama Pehuenche se desplaza, como pueblo nómada que es, hacia los faldeos precordilleranos para recoger el fruto del Pehuén que generoso comparte con esta gente de la tierra sus frutos nutritivos. Los Pehuenches se alimentan del piñón consumiéndolo en forma cocida o tostada, en forma de harina o de pan, como base de guisos y también en forma de vino. Su sabor se puede asociar, con buena voluntad, al de las castañas. El pehuen ha sobrevivido cataclismos geológicos en un periodo de inquieta actividad volcánica en la cordillera de los andes por allá por el denominado periodo terciario, siendo contemporáneo con los dinosaurios. Demora aproximadamente seiscientos años en desarrollarse hasta su edad madura o de adulto completo encontrándose ejemplares que sobrepasan los mil años. extraído de www.moquehue.ruque.com.ar/imagenes/archivos/frutodelpehuen.doc
En Argentina las araucarias representan para los neuquinos algo más que un bosque, además de ser el lugar que muchos eligen para descansar en cuanta oportunidad se les presente. En la parte norte, cerca de las últimas estribaciones de la distribución de la especie, se encuentran Copahue, con sus vertientes de aguas termales, y Caviahue (foto1), con sus pistas de esquí. Desde allí hacia el sur, acompañan el límite entre el bosque y la estepa, como defendiendo un suelo que siempre les perteneció, y al cual no renuncian, alcanzando lugares con precipitaciones inferiores a 500 mm anuales. Se mezclan con cipreses en las tierras más áridas, entre las rocas. Y hacia el oeste se combinan con los distintos Nothofagus, coihues, ñires y lengas, dando su esplendor a los lagos glaciarios Moquehue, Aluminé (foto 2), Ñorquinco y otros. Las últimas poblaciones de araucaria se acercan en el sur al lago Huechulafquen, existiendo ejemplares aislados en las cercanías de los lagos Lolog y Hermoso.