PROFECÍA INDIA Sólo después de que el último árbol sea cortado. Sólo después de que el último río sea envenenado. Sólo después de que el último pez sea apresado. Sólo entonces sabrás que el dinero no se puede comer.

domingo, 2 de octubre de 2011

SAN MARTÍN DE LOS ANDES.-FRAGMENTO DE LA NOVELA "LA NOCHE DE LA FLOR DEL CACTUS"ANA MARÍA MANCEDA

Fragmento de la novela “LA NOCHE DE LA FLOR DEL CACTUS” ANA MARÍA MANCEDA.






LA RAZON SE PIERDE EN LA ESPESURA DEL BOSQUE.



«Debo encontrarte, Pedro ¡Te tuve tan cerca ! Pero cuando te voy a tocar te alejás, tengo que explicarte Pedro, hijo, esa noche maldita morimos los dos. Cada vez me cuesta más subir la colina, pero no voy a doblegarme. ¿Sabés Pedro? Te vi en los arco iris de la nieve y te escucho en las noches que sopla el viento, no le cuento a tu madre, eso la desesperaría más, sé que estás por mí, solo por mí, es mi secreto. Anoche las lunas bailaban indicándome el lugar, sentí miedo, el bosque reía con la cascada y esas lunas Pedro, esas lunas que me llamaban, pero hoy voy a llegar, lo siento aquí adentro, voy a llegar. ¡Mm..!. Los olores de la cabaña son de incienso quemado, me recuerda a la niñez. Don Furiman me mira, se cree que estoy loco ¡Tipo fiel! No lo quiero pero lo respeto, sé de su amor por mis hijos, pero que no se equivoque el bosque es mío y voy a adentrarme cuando yo quiera, ahí está mi razón».

─¡Cómo va Don Gregorio! ¿Un mate?

─Sólo uno, voy hacia la cascada.

─¿Algún problema?

─No, no, es la razón no más.

Don Furiman se puso alerta, la cascada ya la había pasado, quedaba entre su casa y la cabaña, el se dirigía a los cerros boscosos ¿Qué era eso de la razón? ¿Qué estaba diciendo? Si bien no le gustaba hablar por teléfono pensó que era hora de hablar con Román. Cada día notaba de manera más marcada los desvaríos de Don Gregorio. Ya lo había visto en otras oportunidades meterse en la espesura del bosque y volver aterido de frío, hablando solo, como si alguien lo acompañara. A Doña Leonor no quería preocuparla más de lo que estaba, siempre andaba con su perro Séneca y sus plantas, parecía aislada del mundo. Tendría que avisar a Román, él estaría ocupado participando de las ceremonias que su pueblo realizaba para el “WE TRIPANTU” ─ “Renovación de las energías del mundo mapuche, también llamado Wiñoi Tripantu”. La ceremonia comienza antes que el Sol se oculte en el horizonte. Habitualmente se realiza durante la noche del 23 de junio, y se espera hasta el amanecer la llegada del "nuevo Sol que regresa" por el oeste. El ritual, que invoca a los antepasados es dirigido por una “machi” o por el “lonko” del lugar ─. Un manto de nieve iba cubriendo los cerros y los bosques, no había tiempo que perder, tenía que avisarle a Román no más. Lo entretuvo con la charla y se ofreció para acompañarlo, éste lo rechazó.

Al seguir, luego de un trecho, Gregorio creyó oír los sonidos del Cultrum, la música lo acompañaba en su caminata, cuando “ encontró” la cascada “observó” a un mapuche tocando la trutruca, ésta hecha de tallo de Colihue de cuatro metros de largo, emitía un sonido lastimero, él mismo se sorprendió saludando al indígena en su lengua ¡ Mari-mari! La imagen ilusoria no le contestó.